Happy summer! / ¡Feliz verano!

 We are approaching the end of the academic year at the academy where I work, and it's high time to look back and draw conclusions. My conclusion is that, overall, I can be proud of my achievements and the work done, considering that 90% of my students have given positive feedback regarding my classes. Thus, despite my insecurities, I reckon that I am in a position to say that I have done a pretty good job. These insecurities, more often than not, are shared by my colleagues and can sometimes be rather powerful and off-putting. But why do we have that feeling?

To be honest, whenever I don’t feel like a good teacher, I tend to avoid expressing those emotions to my workmates. Nevertheless, to my surprise, it appears that I am not the only one who, from time to time, feels this way. To begin with, nobody has taught the majority of us how to teach, so it is something we have been learning on the job. Additionally, I don’t know why, but we usually are under the impression that we need to know everything. Indeed, the fear of not knowing something that a student asks is terrifying. Have you ever felt like this?

In light of this view, it is true that whenever you are frank and state that you don’t know the answer but will look for it, it turns out that pupils (in general) perfectly understand that you are not perfect. Thus, not having all the answers doesn’t make you a bad teacher. 

On top of that, we also have the pressure of those parents who, far from being comprehensible, are pure idiots and not only defend their children by arguing the inarguable but also make you feel incompetent. Having said that, since it’s impossible to be appreciated by everyone, we have to focus on the positive feedback and learn from our mistakes.

All in all, we are human beings, and all of us make mistakes, even the silliest ones. Therefore, although there is always room for improvement and it is completely necessary to analyse our flaws, it is also essential to avoid being so hard on ourselves and to be proud of what we do. Basically, we need to love ourselves more. Can we do that? Happy summer!

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Nos estamos acercando al final del año académico en la academia donde trabajo, y es el momento adecuado para mirar atrás y sacar conclusiones. Mi conclusión es que, en general, puedo estar orgullosa de mis logros y del trabajo realizado, considerando que el 90% de mis estudiantes han tenido comentarios positivos sobre mis clases. Así que, a pesar de mis inseguridades, creo que puedo decir que he hecho una buena labor. Estas inseguridades son compartidas por mis compis más a menudo de lo que parece, y a veces pueden ser bastante poderosas y desalentadoras. Pero, ¿por qué nos sentimos así?

Para ser honestos, cuando me siento mala profesora tiendo a evitar expresarlo con mis compañeros de trabajo. Sin embargo, para mi sorpresa, parece que no soy la única que, de vez en cuando, se siente así. Para empezar, a casi nadie nos han enseñado cómo enseñar, así que es algo que hemos ido aprendiendo con la práctica. Además, no sé por qué pero solemos tener la impresión de que necesitamos saberlo todo. De hecho, el miedo a no saber algo que un estudiante pregunta es aterrador. ¿Alguna vez te has sentido así?

Y en verdad, lo cierto es que siempre que eres sincero y afirmas que no sabes la respuesta pero que la buscarás, resulta que los alumnos (en general) entienden perfectamente que no eres perfecto. Por lo tanto, no tener todas las respuestas no te convierte en mal profesor.

Por otro lado, también tenemos la presión de esos padres que, lejos de ser comprensivos, son un poco idiotas y no solo defienden a sus hijos argumentando lo indefendible, sino que también te hacen sentir incompetente. Dicho esto, ya que es imposible ser apreciado por todos, tenemos que centrarnos en los comentarios positivos y aprender de nuestros errores.

En resumen, somos seres humanos y todos cometemos errores, incluso los más tontos. Por lo tanto, aunque siempre hay espacio para mejorar y es completamente necesario analizar nuestros fallos, también es esencial evitar ser tan duros con nosotros mismos y estar orgullosos de lo que hacemos. Básicamente, necesitamos querernos más. ¿Podemos hacer eso? ¡Feliz verano!