The unfair system of public exams/El injusto mundo de las oposiciones

What is more Spanish than taking tapas and coffee at 11 ó clock? Regrettably to take a public exam. Sadly that is the obsession of thousands of Spaniards whose objective is to settle down by finding an indefinite position. How many citizens spend hours and hours of their time cramming for this exam, hoping, year on year, to be one of the lucky ones to obtain one of these limited endless vacancies? This is not to say that becoming a civil servant is merely impossible, but, how many temporal ones do we have in this country, and in which conditions?

They are used to burning the midnight oil every day for years and years, in some cases without any sleep since during the day they need to work so as to pay bills. Not to mention the ones who, on top of it, have to take care of their children.  All in all, a large proportion of our population is killing themselves with desperation in order to become civil servants. What is more, they are killing themselves to pass an exam when not even a perfect A assures them a vacancy. Sounds crazy, doesn´t it?

Nevertheless, it is true that usually, most of them end up working somehow for many years on a temporal position for the Government with more or less the same salary, which leads us to the following problem: the percentage of temporal public employees is too high, and that is why now they are required to get some language certificates. 

Taking this into account, at this moment we are in a situation in which workers who have spent more than twenty years working as temporal civil servants will not have any option but to study even harder to keep their jobs, even though they are in their mid-fifties and are more than capable of doing their job perfectly. How has Spain become a country where being a civil servant is so important? Public jobs cannot be the only path to take, if so, we are in big trouble. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

¿Qués hay más español que tomar un pincho y un café a las 11 de la mañana? Hacer oposiciones. Tristemente ésta es la obsesión que tienen miles de españoles que tienen como objetivo estabilizarse encontrando un puesto indefinido. ¿Cuántos ciudadanos dedican horas y horas de su tiempo empollando para estos exámenes, deseando, año tras año, ser uno de los afortunados en conseguir una plaza de funcionario? Esto no quiere decir que convertirse en uno sea imposible, pero, ¿cuántos interinos hay en este país y en qué condiciones viven?

Se han acostumbrado a estudiar hasta altas horas de la madrugada durante años y años, en algunos casos sin apenas descanso, pues para pagar facturas tienen que trabajar. Por no mencionar los que tienen hijos. En resumidas cuentas una gran porción de la población se está matando para conseguir ser funcionarios. Se están matando por un examen que no te asegura una plaza ni aunque lo hagas perfecto. Es de locos.

No obstante, es cierto que normalmente casi todos acaban trabajando como interinos durante años con el mismo salario, lo que nos lleva al siguiente problema. Y es que el porcentaje de interinos es demasiado alto y es por ello que ahora el Gobierno está requiriendo certificados de idiomas entre otras cosas.

Teniendo esto en consideración, estamos en una situación en la cual trabajadores que se pegan más de 20 años trabajando como interinos no tienen otra opción que estudiar aún más duro para mantener sus puestos, por mucho que tengas unos cuantos años y que seas más que capaz de hacer tus labores. ¿Cómo se ha convertido España en un país en el que ser funcionario es una obsesión? Sacarse oposiciones no puede ser el único camino, y si es así tenemos un gran problema.