Don´t push it/ Sin presionar

It is natural for parents to wish their children be the most skilful of the world, the best of the best, however, we have to recognise that sometimes they have difficulties and we have to accept that, instead of trying to push so much. More specifically, along this year I have realised that, without any bad intention, we tend to force our kids to be something that they are not. For instance, many parents believe that their offspring have a certain level of English that in fact they do not, and that is a problem.

To begin with, we need to be aware of the fact that improving your English, hence moving forward to the next level, is a process, a long process that takes time and requires a different span of time depending on each child and each person. In fact, just the lucky ones, or better said, the most gifted ones, are the ones that are capable of giving further and faster steps, nevertheless, the majority of us need to take baby steps in order to notice a big improvement.

Sometimes, we are so focus on giving to our children the best education that we can that we forget this process. How many times  has a teacher encountered the arduous situation of having to prepare a kid for an important exam with very little time when he or she is quite far from the required level? I guess a lot. What I am trying to say is that we are not in the position to make our children be successful on something that might imply being good at it and a long preparation, let alone in one month. To make things worse, whenever students are not ready it is unusually allowed to inform about that, since parents do not like to hear that their children have difficulties. Why is that?

On balance, from my point of view, what we really have to do is to love our children no matter what, to accept their flaws and to support them with whatever they have to deal with. Otherwise kids are not going to feel anything but frustration, don´t you agree? 

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Es natural que los padres deseen que sus hijos sean los más habilidosos del mundo, lo mejor de lo mejor. Sin embargo, tenemos que darnos cuenta de que a veces tienen dificultades y tenemos que aceptarles tal y como son, en vez de presionar tanto. Más específicamente, en este año escolar me he dado cuenta de que, sin ninguna mala intención, tendemos a forzar a nuestros niños a ser algo que no son. Por ejemplo, muchos padres creen que sus chavales poseen un nivel de inglés que en realidad no tienen, y eso es un problema.

Para empezar, es necesario ser conscientes de que mejorar nuestro inglés, y por tanto avanzar de nivel, es un proceso, un proceso largo que requiere tiempo y éste dependerá de cada criatura y de cada de persona. De hecho, solo los más afortunados serán capaces de dar pasos más largos y rápidos. En cambio, la mayoría de nosotros tenemos que ir pasito a pasito para notar una gran diferencia.

Y es que en ocasiones estamos tan obsesionados con querer dar a nuestros hijos la mejor educación que olvidamos este proceso. ¿Cuántas veces los profesores se encuentran con la situación en la que hay que preparar a un niño para un importante examen sin apenas tiempo cuando está lejos del nivel requerido? Supongo que unas cuantas. Con esto quiero decir que no es buena idea pretender que los hijos tengan éxito en idiomas cuando eso implica ser habilidosos y un extenso entrenamiento que va más allá de un triste mes. Para empeorar las cosas, cada vez que los alumnos no están preparados para ello no suele estar permitido informar a sus padres, puesto que a éstos no les suele gustar oír que los pequeños tienen dificultades. ¿Pero por qué?

Desde mi punto de vista, lo que realmente debemos hacer es querer a nuestros hijos y aceptarles tal y como son, además de apoyarles en cualquier dificultad que tengan. Si no, los chiquillos no van a sentir otra cosa más que frustración, ¿no estás de acuerdo?