Why they do not obey? / ¿Por qué no obedecen?

Lately I have had the opportunity to analyse the behaviour of children and pre teenagers in a semi serious environment that requires a little bit of effort, attention and obedience. To my surprise, the kids of ages from 11 to 13 are the most challenging ones, incapable of dealing with frustration using all their energy to accomplish everything they want. What is happening with this generation?

Indeed, this is a rather tricky question. For one hand, in this day and age it is utterly complex to make preteens  abide by the rules, to respect the authority. In fact, I recall that when I was their age, never did I dare to disobey any of my teachers, however, nowadays it appears that for them it is hilarious to confront them. Taking this into account, I wonder whether they do the same at home or not. I guess so.

For another hand, they are not happy with anything. It seems that, regardless of your efforts in preparing games with which we have been the happiest children of the world, never will they be satisfied, since the only thing that they love to do is to play with their mobile phones, to which they are totally addicted. Consequently, no only do they whine a lot about making the slightest effort, but also it is hard to figure out what activities do they like.

Finally, to make things worse, parents are the ones that complain whenever their teenagers cannot do whatever they wish, when they have to be understanding as to what they need to do in order to learn. Notwithstanding, unbelievable as it might sound, what we can expect from adults that watch the Squid Game with their children? We´d better start teaching them how to cope with frustration, otherwise they are going to have loads of problems in their future. 

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Últimamente he tenido la oportunidad de analizar el comportamiento de niños y adolescentes en un ambiente semi serio que requiere un poco de esfuerzo, atención y obediencia. Para mi sorpresa, los chavales en edades comprendidas entre 11 y 13 años son los más difíciles, incapaces de superar sus frustraciones usando toda su energía para conseguir todo lo que quieren. ¿Qué está pasando con esta generación?

Pregunta complicada de responder, la verdad. Por un lado, hoy en día es extremadamente complejo conseguir que los pre adolescentes obedezcan las normas, y más aún que respeten a la autoridad. De hecho, recuerdo que cuando tenía su edad, nunca se me ocurrió desobedecer a ninguno de mis profesores, no obstante, hoy en día, parece que para ellos es desternillante enfrentarse a ellos. Teniendo esto en consideración, me pregunto si harán lo mismo en casa. Supongo que sí.

Por otro lado, nunca están felices con nada. Da igual los esfuerzos que hagas preparando juegos con los cuales hemos sido los niños más felices del mundo, nunca estarán  satisfechos con ellos, ya que lo único que les motiva es jugar con sus móviles, a los cuales están totalmente enganchados. Consecuentemente, no solamente se quejan cada vez que tienen que hacer el mínimo esfuerzo, sino que también es casi imposible descifrar qué les gusta, aunque les preguntes. 

Finalmente, para empeorar las cosas, son los padres los que protestan cada vez que sus adolescentes no hacen lo que desean, cuando deberían ser comprensivos y saber qué es lo que necesitan llevar a cabo para aprender. Y es que, ¿qué podemos esperar de estos adultos cuando éstos ven el Juego del Calamar con sus hijos? Más nos vale empezar a enseñar a nuestros pre adolescentes cómo lidiar con la frustración, sino tendrán incontables problemas en el futuro.