Another 15th of July without Sanfermines hangover/ Otro 15 de Julio sin resaca sanferminera

Today is the 15th of July, which in normal circumstances would mean that Pamplona has returned back to normal after eight days of intense party. Usually today is the day in which Pamplona has a huge hangover and the day in which everybody leaves and goes on holidays, thus our city would, all of a sudden, pass from being completely full of people wearing white and red clothes to be a desolated town. However, for the second year in a row, our beloved Sanfermines have been cancelled due to the Covid-19 pandemic. Many would think that Sanfermines is just a party, nevertheless, for the majority of us it is much more than just getting drunk. Do you agree? What do you miss most about Sanfermin?

To begin with, it has always been amazing to see how such a small city is capable of transforming itself in just one week. Contrary to this year in which by the 2^nd of July almost every single citizen had gone away for holidays, normally it is quite noticeable that the 6^th of July is approaching due to the amount of foreigners that little by little commence to arrive. In addition, it is magic to notice how the ambiance of Pamplona starts to be uplifted and all of us begin to get nervous. A healthy nervousness similar to the one that kids have in Christmas Eve before opening their presents, that reaches its highest point the night of the 5^th and the morning of the 6^th. To be honest I would say that the 6^th is the only day in which no one complaints about waking up early, so as to see every pamplones with its Sanfermines outfit heading towards the city centre in order to celebrate the beginning of our festival.

From that glorious moment Pamplona becomes the centre of the world, the soul of the party and the city with the best vibe ever, where music is always around the corner and where getting together with our friends and family is a blessing. Even children enjoy Sanfermines to the fullest. What Sanfermines brings out from us is unbelievable and we are absolutely proud of that, and that is precisely the reason why it is very sad to see such a death city in a moment when it is supposed to be full of life. In that sense, apart from family and friends meetups, one of the things that I miss the most is the ambiance brought about by what we called The Peñas (private gastronomic clubs) that go around, up and down the old town with small orchestras playing music.

Finally, surely all of us miss a million more experiences about Sanfermines, such us the dance of our beautiful Giants, the fireworks in the evening and all the excuses that we make to have fun dancing, drinking and eating with our loved ones all day long. In fact, I am certain that, as me, everybody is as well looking forward to the called Pobre de mí (Pour me), the moving and special event in which the mayor puts and end to this festival. Regrettably, right now we need to fight against this pandemic, although whenever we can we will live our Sanfermines with all our hearts and, it will be awesome! ¡Viva Sanfermín!

 

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Hoy es 15 de Julio, lo que en circunstancias normales significaría que Pamplona vuelve a la normalidad después de ocho días de intensa fiesta. Normalmente hoy toda Iruña tendría una enorme resaca y sería una jornada en la que todo el mundo partiría de vacaciones, pasando de ser una ciudad completamente llena de gente vestida de blanco y rojo a una vacía. Sin embargo, por segundo año consecutivo, nuestros amados Sanfermines han sido cancelados debido a la pandemia de Covid-19. Muchos pensarán que Sanfermines es solo una fiesta, en cambio, para la mayoría de nosotros es mucho más que emborracharse, ¿estás de acuerdo?, ¿qué es lo que más echas de menos de Sanfermín?

Para empezar, siempre ha sido impresionante ver cómo una ciudad pequeña es capaz de transformarse tanto en tan solo una semana. Al contrario que este año en el que para el 2 de Julio casi toda la población se había ido ya de vacaciones, suele notarse notablemente que el 6 de Julio está cerca, debido a la cantidad de extranjeros que comienzan a llegar. Además, es mágico ver cómo el buen ambiente de Pamplona va incrementando y los nervios empiezan a aflorar. Un nerviosismo saludable similar al que sienten los niños con los Reyes Magos, y que alcanza su punto máximo la noche del 5 de Julio y la mañana del 6. De hecho, para ser sinceros, el 6 es el único día en el que nadie se queja por madrugar, ya que hace ilusión ver a todo el mundo vestido de Sanfermín dirigiéndose al Casco Viejo para celebrar el inicio de nuestras fiestas.

Desde ese glorioso momento Pamplona se convierte en el centro del mundo, en el alma de la fiesta y en la ciudad con más buen rollo que puedas imaginar, donde la música está a todas horas en cada esquina y cuando aprovechamos para juntarnos con los amigos y con la familia. Incluso los más pequeños disfrutan de los Sanfermines a tope. Y es que lo que los Sanfermines consiguen sacar de nosotros es increíble y por ello nos sentimos tan orgullosos de nuestras fiestas, razón por la cual se nos hace muy duro ver muerta a una ciudad cuando debería estar llena de vida. En ese sentido, aparte de nuestras quedadas familiares y con los amigos, una de las cosas que más echo de menos de Sanfermín es el ambiente que generan Las Peñas llevando música y buenas vibraciones a cada rincón de Lo Viejo. 

Seguramente todo el mundo eche en falta un sinfín de cosas más sobre Sanfermines, como los bailes de nuestros Gigantes, los fuegos artificiales de la noche o cualquier excusa que sacamos para bailar, beber y comer con los nuestros a cualquier hora. De hecho, estoy segura de que, al igual que yo, mucha gente estará incluso deseando volver a vivir el Pobre de Mí. Lamentablemente ahora no queda otra opción  más que luchar contra esta pandemia, pero, en cuanto podamos, viviremos los Sanfermines con más ganas que nunca y con triple ilusión. ¡Será genial! ¡Viva Sanfermín!