viernes, 29 de noviembre de 2019

No te dejes

Quizás a más de uno le suene familiar el caso que a continuación voy a contar.  A ojos y a oídos de muchos esto podrá para parecer una tontería pero creo que es importante con el fin de sentirnos bien con nosotros mismos. ¿A alguien le ha sucedido alguna vez que en el trabajo algún compañero, su jefe o quien sea, utilice un tono poco gustoso contigo?

Durante casi un año entero, con algunos meses de paz entre medio, pero pocos, la jefa de Finanzas de mi empresa ha estado empleando un tono inadecuado conmigo. No es nada personal, porque cuando no tratamos de trabajo nos llevamos muy bien. También sé que no es algo contra mi persona, aunque mi jefa diga lo contrario, porque no solamente usa ese tono conmigo. Digamos que es su forma de ser en el ámbito laboral. Pero bueno eso tampoco es excusa. 

Es una mujer que lleva más o menos trabajando para mi hotel 30 años y jovencita no es. Es madrileña y tiene un modo de entender el trabajo de forma un poco peculiar. Para empezar ella es jefa de Finanzas, es decir, experta en Finanzas, pero no se da cuenta que ese mundillo es muy específico con un lenguaje y una forma de funcionar muy especializada que los demás no tenemos por qué entender. Ella pretende que todos le leamos la mente y ni siquiera se explica bien. Encima es muy cabezona. Todo hay que hacerlo como ella quiera cuando ella quiera. 

Pero lo peor no es esto si no la actitud con la que se dirije a ti. Ni siquiera dice "hola qué tal por teléfono". Va al grano y más que dar críticas constructivas se dedica a echarte la barrilla sin sentido achacando que otra vez la has vuelto a cagar (por errores por los que no se muere nadie o incluso por fallos que no has cometido). Me acuerdo que al principio me decía cosas como: "¿Cuándo vas a despertar?" Por esa razón no acudo a los meetings que ella organiza. Dicen que son lo peor. Que consisten en una sesión de machaque sin que nadie pueda decir ni mu. Un ataque de críticas no constructivas y fuera de tono. Considero que es una pérdida de tiempo ir a una reunión cuyo solo objetivo es echarte mierda. 

El caso es que hace pocas semanas volvió a darme caña y ya me enfadé. Me dije a mí misma que no tenía por qué tolerar eso, y me enfrenté a ella pidiéndole que se relajase y que por favor no utilizase ese tono, intentándole hacer ver que los demás no tenemos esa visión de finanzas. Desgraciadamente, hablar con ella es como hablar con la pared y aseguró que las cosas que me decía eran broma, porque claro, somos españolas.... Una mera excusa y cero autocrítica, pero al menos le robé un lo siento de la boca y su actitud algo ha mejorado.  

Tras esa conversacion, de lo nerviosa que estaba me quedé un poco rara. Una mezcla entre cansada y triste, y pedí perdón en la oficina por esa "confrontación". Mi jefa me dijo que no me preocupase, que había estado correcta y que tenía todo el derecho del mundo a decirle algo.  Tenía que haberlo hecho hace mucho tiempo. 

En fin, bueno. No puedo pretender cambiar a nadie y menos a alguien con avanzadilla edad. No obstante, lo que tampoco hay que hacer es dejarse tratar así. No es gustoso tener que pararle los pies a alguien pero también hay que sentirse bien con uno mismo. 

¡Feliz Navidad!

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