Siempre se ha dicho que Londres es una ciudad llena de oportunidades, lo cual es cierto. Cuando uno llega a la capital británica se encuentra con una ciudad hermosa y llena de opciones. Una ciudad que promete y que encanta a todo aquel que es activo y que le gusta tener la agenda llena. No obstante, ahora, tras la voluntad de irse de Europa que ha mostrado la mitad de los ingleses, esta percepción se vuelve difusa.
Y es que los resultados del referéndum sobre si seguir formando parte de Europa o no, el llamado Brexit, han dejado el país y sus residentes tocados. En primer lugar, el margen ganador que ha tenido el voto de abandonar la Unión Europea has sido tan bajo que muchos ingleses que han votado quedarse se han mostrado muy decepcionados, enfadados y tristes. Después de todo qué inglés no tiene amigos europeos que trabajan como nadie y que ayudan a la economía de su país. Encima muchos expertos han alertado del peligro de crisis que puede conllevar la salida de Inglaterra del continente europeo. De hecho, es más, tras el referéndum, muchos son los locales que se arrepienten de haber votado irse.
Pero, ¿qué hay de los expatriados? Más allá de cómo nos pueda afectar (para que se haga definitivo quedan al menos dos años), diría que es más importante el cómo nos sentimos. El caso es que nuestra tristeza y decepción se multiplican por mil porque nos hemos sentido rechazados por un país que nos encanta (vale, no a todos), en el cual vivimos, en el cual nos esforzamos cada día, en el cual pagamos nuestros altos impuestos y en el cual consumimos como cualquier ciudadano local. En resumidas cuentas, encima que ayudamos a la economía del país nos desprecian.
Además, la decepción y el enfado se intensifican más cuando ves que no es que robemos el trabajo a los locales, como muchos conservadores dicen, sino que las propias compañías prefieren contratar a expatriados por nuestra mejor formación y cultura laboral. Y es que hay mucho inglés vago. ¿Qué es eso de call in sick (no ir al trabajo por estar enfermo) tantas veces y por tonterías?
Igual más que acusar de robar trabajos hay que mirarse al ombligo y ver qué falla en el propio país para que se prefiera la mano de obra extranjera (y no es por tener menor salario). Bueno, por lo menos nos quedamos con que casi todo Londres ha votado quedarse. Por lo menos aquí nos sentimos algo queridos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario