Todo el mundo estaba pendiente del tiempo. Llevaba varios días lloviendo con fuerza en Pamplona y si hacía lo suyo el viernes, el concierto que Fito iba a dar en Iruña en la Plaza de Toros peligraba. Pero lo cierto es que la lluvia nos dio un poco de tregua y aunque estuvimos con la mirada puesta en las nubes, sobre todo cuando empezó a chispear, el show fitipaldi se celebró sin ningún tipo de problema.
El ex de Platero nos presentó su último disco Huyendo Conmigo de Mí, el sexto álbum de este crack de Barakaldo. La verdad es que ya me imaginaba cómo iba a ser el show y qué repertorio iba a elegir, puesto que en diciembre fui al concierto que dieron en Bilbao. No obstante, tengo que decir que hubo algunas pequeñas diferencias entre un directo y otro, que si bien fueron milimétricas, consiguieron que el concierto de Pamplona fuese especial.
Para empezar hubo una gran colaboración: El Drogas, cómo no, subió al escenario para tocar con Fito Medalla de Cartón. Un tema que le viene ni que pintado porque habla de la Guerra Civil y el bombardeo de Guernica, y a Enrique Villarreal le encanta ponerse en plan rebelde.
Pero lo que a mí más me sorprendió fue que, así como en Bilbao fue más bien el guitarra Carlos Raya quien guitarreó como nunca y el que nos dejó con la boca abierta a todos, en Pamplona fue el propio Fito quien sacó toda su vena Platero y se entusiasmó tanto con su guitarra que nos volvió locos a los más rockerillos.
Y como siempre sucede cuando grupos de este calibre sacan ya unos cuantos discos, sonaron muchas canciones recientes pero también regalitos míticos para los fans de la vieja escuela. En este sentido hay que decir que su Cerca de las Vías fue impresionante. Lo único malo: que no durase más. ¡Grande Fito, como siempre!
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