lunes, 8 de diciembre de 2014

'The Newsroom' o cómo hacer buen Periodismo

Reconozco que veo bastantes series, aunque también es verdad que podría ver muchas más que no me llaman. Veo de todo tipo, pero sobre todo aquellas cuyos protagonistas son periodistas.Y siempre ha habido series sobre periodistas, pero últimamente estoy viendo una que me encanta y con la que me voy a la cama con mis pensamientos sobre nuestra profesión en un hervidero de dudas. Seguramente la conoceréis, y sino, os recomiendo verla. Se llama The Newsroom y ya va por su tercera temporada. 

La producción se enmarca dentro del qué-hacer periodístico de la cadena ACN, la cual siempre opta por el buen periodismo, la verificación de las fuentes, el contraste y el dar información y no entretenimiento. Es por ello que en ella se presentan los posibles dilemas o problemas éticos, legales y jurídicos a los que nos podemos llegar a enfrentar los periodistas en nuestra labor diaria. 

En ella se pueden apreciar los conflictos que aparecen en una compañía periodística entre los dueños de los grupos de comunicación que solo piensan en hacer dinero y por tanto optan por ofrecer sensacionalismo sin verificar ninguna fuente con el fin de ser los primeros en dar las noticias, y los periodistas que desean hacer, ante todo, buen periodismo.



En los últimos capítulos (no quiero hacer spoiler) estamos siendo testigos de una tremenda complicada situación en la que se puede ver metido un periodista. ¿Qué hacer cuando una fuente que exige su anonimato te filtra información secreta sobre actos malcometidos por el Gobierno? La respuesta más obvia sería dar la información sin publicar la fuente, que para eso somos periodistas, pero, ¿y si el poder te descubre y te obliga a que la identifiques? En principio, según la ley, puedes acogerte al derecho de no revelarla, pero si es un caso en el que no decirla supondría un peligro para la seguridad del Estado, puedes ir a la cárcel. Sin embargo, ¿hasta qué punto el Gobierno es objetivo cuando defiende que un asunto que le atañe supone un peligro para la seguridad nacional?, ¿estamos realmente protegidos para ejercer de forma adecuada nuestra profesión?

Y es más, ¿serías capaz de ir hasta el final, de ir a la cárcel, para proteger la identidad de tu fuente?, ¿serías capaz de ir a prisión para favorecer la labor periodística y que salga a la luz la verdad? Como veis, ser un buen periodista requiere mucho coraje y amor por la verdad. 

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