Hasta siempre abuelo

Hoy este blog está empapado de lágrimas. Lágrimas que duelen igual a pesar de que era bien sabido que iban a llegar más temprano que tarde tras un año intenso de lucha. Y duele decirlo, pero ahora que te has ido, abuelo, ya puedes descansar. Nadie debería pasar por tanto sufrimiento, y menos tú. 

Por ello hoy más que nunca se me viene a la cabeza esa frase que tanto me repetías: "Haz todo lo que puedas por ser feliz porque la vida pasa muy rápido". Tú lo hiciste. No había más que mirar esa sonrisa que se te ponía cuando nos contabas todas sus historietas de cuando recorrías País Vasco y La Rioja y hacías amigos por doquier. Por no hablar de los veranos y no veranos que disfrutabas con la abuela en Benidorm.

Tú has sido la viva imagen de la lucha y siempre nos has demostrado que por muchas veces que te caigas uno siempre puede volver a levantarse, y que los problemas duelen menos con el calor de la familia. Lo cierto es que nos tenemos que sentir muy afortunados porque hemos tenido la suerte de poder disfrutar durante años y años de un abuelo con unas ganas de vivir infinitas. Ahora nos toca a nosotros seguir tu ejemplo mientras tú descansas.

Siempre te estaremos agradecidos del cariño y el apoyo que nos has ofrecido desde pequeños y cada vez que miremos tu foto oiremos una vocecilla que nos diga "¿Qué tal estás chatic@?" y nosotros te recordaremos con una sonrisa.

Abuelo, una de tus mayores motivaciones para seguir con tu batalla era la abuela, pero no te preocupes, cuidaremos de ella más que nunca y logrará superar tu pérdida con nuestro apoyo. Ah, y no lo dudes, le hablaremos a Ane y a los peques que vayan llegando de su gran bisabuelo y le transmitiremos tu vitalidad. Ojalá tuviéramos grabada tu risa para que la oigan, pues será la fuerza que nos ayude a avanzar hacia delante.

Gracias por todo abuelo, descansa y dale un beso a la tía María Jesús y al tío Fernandito.
Hasta siempre. Descansa en paz. Te queremos.