Quisiera dedicar este post a mi tía Txaro. Lo cierto es que debería dedicarle todos porque, junto a mis padres y hermanos, ha sido una de las personas que más ha creído en mí y en mis sueños, y su apoyo me ha ayudado a levantar la cabeza en los momentos más duros.
Concretamente quisiera hablar en esta publicación sobre el libro que hace unos meses publicó mi tía. Dominique es su título. Se trata de una novela en la que Txaro Begué recrea una ficción sobre la vida de su bisabuela (Dominique) a finales del siglo XIX- XX, basándose en sus recuerdos, cartas y en las historias que le contaban de txiki. Historias que reflejan el día a día de un Valcarlos (un pueblo al norte de Navarra que limita con Francia), sumergido en la Segunda Guerra Carlista y en las dos guerras mundiales que vivió de forma peculiar por su cercanía con Francia.
Dominique es un nombre francés, sí, y Begué, que es mi segundo apellido, aunque no lo suela mencionar, también. De hecho mi tatarabuelo (el marido de Dominique) era francés y toda la familia Begué tiene tintes franceses. Debido a estas raíces, el primer libro (y seguro que no el último) de mi tía me ha cautivado por completo, pues he podido conocer cómo eran y cómo vivían mis antepasados medio franchutes o franchutes, y sobre todo, cómo intentaban luchar por su libertad. Además, he podido recrear en mi cabeza esas borrosas imágenes que me rondan sobre Valcarlos. Solía ir al pueblo de txiki y la verdad es que me acuerdo de más bien poco de Luzaide. Pero las descripciones de Txaro te hacen volar hasta el norte de Navarra una y otra vez.
Por no hablar de la amatxi Mari, la abuela de mi tía y mi madre, que por supuesto aparece en Dominique. Tengo pocos recuerdos de ella ya que falleció cuando yo era pequeñita, pero los tengo. Le recuerdo sentada en el jardín de la casa de Muruzábal de mis aitatxis donde pasábamos veranos enteros con todos mis tíos y primos. Conocer cómo era y cómo vivía mi bisabuela es algo mágico, al igual que descubrir la forma de vida que tenían mis aitatxis hace cincuenta años. Es algo conmovedor.
Pero lo más importante, más allá de sentimientos familiares, es que este libro, Dominique, merece la pena, ¡y mucho!, pues no solo te envuelve sino que consigue hacerte reflexionar sobre los valores y derechos que tan por hecho damos actualmente. Os animo a leerlo. ¡ Zorionak tía Txaro!
Aquí os dejo los reportajes que hicieron los dos periódicos locales de Navarra sobre Dominique.
Reportaje Diario de Noticias
Reportaje Diario de Navarra
Acabo de leer el libro y me ha encantado.
ResponderEliminarTxaro, tus palabras me han emocionado y tus descripciones me han traído recuerdos.
Sigue así. Hay más historias que contar.