The art of having interviews/El arte de hacer entrevistas

Do you tend to feel nervous when you are about to have a job interview? Do you have the feeling that you are terrible at them? If that is the case you are not alone. It is quite normal to feel anxious and unprepared for interviews. In fact forming the perfect impression on a recruiter is rather difficult and it is indeed an art that you have you practice so as to be good at it.

Generally speaking, I strongly believe that job seekers get wrongly obsessed with preparing a bunch of questions that might be asked during the personal questionnaire, which is always good practise. Nevertheless, apart from defending your experience and your best skills, you should take into account possible strange questions that may or may not have nothing to do with the job position your are applying for or your career.

Not to mention the crucial fact that you must be prepared to name several of your weaknesses in a humble but careful way. Therefore you need to auto analyse yourself and discover both your strengths and flaws and turn them into a good thing for the vacancy. But, is it possible to use your debilities to your advantage? Certainly yes, since nobody is perfect, although it is preferable to state that your are working on those.

In addition, we need to bear in mind that our gestures are full of meaning in an interview, and sometimes the way in which you look at your interviewer and the manner in which you hold your arms or even you are sitting down might be the reason why your are the selected one. Thus, be careful and under no circumstances should you put yourself on a defensive posture nor deviate your eyes from the HR manager.

Notwithstanding, sometimes we encounter the most strange and uncomfortable questions, which make us having an utter arduous time in an endless interview. For instance, once a headhunter spent one hour asking me technical questions that I did not need to know for the announced position. On the other hand, I had to deal with the experience of having to remember the names of old teachers and subjects that I had had ten years ago when the company was just looking for an English Teacher. Unbelievable. All in all, there is nothing else to do but to write down all the weird questions that appear in every interview that we have for it is the only way to learn and improve, don’t you agree? Good luck with yours! 

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¿Tiendes a sentirse nervioso cuando estás a punto de llevar a cabo una entrevista de trabajo? ¿Tienes la sensación de que se te dan fatal? Si es así, no te preocupes, no eres el único. Es perfectamente normal tener ansiedad y sentirte poco preparado de cara a una entrevista. De hecho, forjar la perfecta impresión en el entrevistador es una tarea ardua. Y es que hacer entrevistas es un arte que hay que practicar para ser bueno en ellas.

En términos generales, considero que los que buscan trabajo se obsesionan demasiado con preparar un sinfín de preguntas que pueden caer en el cuestionario, algo que nunca está de más en su justa medida. No obstante, aparte de defender tu experiencia y tus mejores cualidades, debes tener en consideración posibles preguntas extrañas que puede que no tengan nada que ver con el puesto vacante o con tu carrera.

Por no mencionar el hecho de que debes prepararte para cuando te pregunten por tus debilidades y citarlas de una forma cuidadosa y honesta. Por tanto, tu tarea es la de autoanalizarte y descubrir tus fortalezas y debilidades, volviendo éstas a tu favor. ¿Pero cómo es esto posible? Lo es porque nadie es perfecto, y si hablas de ellas con naturalidad y humildad afirmando que estás en el proceso de mejorarlas, quedarás estupendamente.

Además, convienen tener en mente que los gestos están llenos de significado, y por tanto en una entrevista hay que tener cuidado con cómo gesticulas, tienes tus brazos o miras al entrevistador, pues cualquier cosa puede ser decisiva a la hora de decantarse por ti. Dicho esto, nunca desvíes la mirada de los ojos del Jefe de Recursos Humanos. 

Eso sí, a veces nos encontramos con las más extrañas e incómodas preguntas, las cuales hacen que las entrevistas sean complicadísimas e interminables. Por ejemplo, una vez un entrevistador estuvo una hora haciéndome preguntas técnicas que no tenía por qué saberlas para la posición anunciada. En otra ocasión tuve que lidiar con la misión imposible de recordar todos los nombres de mis antiguos profesores, así como de las asignaturas de la carrera, la cual acabé hace más de 12 años. Increíble. Con todo, no queda otra cosa más que ir apuntando las cuestiones raras que nos vayan surgiendo en las entrevistas, ya que es la única forma de aprender, ¿no crees? ¡Buena suerte con las tuyas!