One year.../ Un año...

Last week a well dressed elderly women walking on the street reminded me of my former grandmother, since she used to love wearing nice clothes and pretty jewellery, regardless of their quality and price. Her outfit was similar to hers and, although I always bring my grandparents in my heart, I happened to recall my grandma rather vividly when it is just about to be one year since she passed way.

Time flies and this weekend will be the first anniversary of her death. A decease that despite the sadness and emptiness it caused, it certainly was for the best for she is finally resting after a long and frustrating sickness, Alzheimer, which was not allowing her to enjoy her life nor the companionship of her family, owing to the fact that barely did she recognise us and her lack of ability to express herself. However, it is true that from time to time she used to take our hand, open her eyes and smile to us, letting us know that her true self was still inside her.

For years on my grandparents took well care of us, and that is why we are full of great memories. The pasta and chicken wings that my grandmother used to cook us whenever we had dinner with them, and our afternoon teas with the special Campurrianas biscuits that they always had at home for us, are just few of the souvenirs that makes us happy every time we think of them. In addition, I myself constantly wear one of her thousands of old rings, so that I remember her on a daily basis having a look at it. Not to mention the pendant that I never take off. It is quite special since it was a Christmas present from my grandfather with her zodiac sign, which happens to be mine as well.

More over, I quite frequently pass by the pub that my grandfather used to spend his afternoons in, and whenever I see women in her seventies grabbing  a cup of coffee with her friends I spot my grandmother with her sister in law, as usual, talking about life. Grandparents are the closest thing to our parents that we will ever have, thus, should you be lucky enough to still have them around, take most of the time with them, they will not be there for long. 

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La semana pasada vi por la calle a una mujer mayor caminando que vestía de forma similar a mi difunta abuela, a quien le encantaba presumir con pieles, anillos y collares preciosos, independientemente de su calidad y precio. Y es que aunque siempre llevo a mis abuelos en mi corazón, gracias a la vestimenta de aquella señora, el recuerdo de mi abuela se ha hecho muy presente, justamente ahora que va a ser el primer aniversario de su muerte.

El tiempo vuela y este fin de semana será el primer aniversario de su fallecimiento. Un adiós que a pesar de la tristeza y vació que dejó, sin lugar a dudas fue lo mejor que le pudo suceder, ya que ahora por fin, tras un largo y frustrante alzhéimer, puede descansar en paz, puesto que no le permitía disfrutar ni de su vida ni de la compañía de su familia, a la cual no reconocía. Además, esta enfermedad no le dejaba ni siquiera expresarse. Eso sí, de vez en cuando nos cogía de la mano, abría los ojos y nos sonreía, demostrando que su verdadero yo aún seguía en ella.

Durante años mis abuelos cuidaron mucho de nosotros y por ello tenemos muy buenos recuerdos de ellos. Los macarrones y las alitas de pollo que mi abuela solía cocinar cuando nos quedábamos a cenar con ellos y las meriendas con campurrianas, son algunas de las bonitas costumbres que no olvidaremos. Además, yo misma llevo siempre puesto uno de sus cientos de viejos anillos, por lo que la recuerdo cada día cuando lo miro. Asimismo, también tengo en todo momento el colgante que mi abuelo le regalo unos Reyes con su signo del zodiaco, el cual da la casualidad de que también es el mío.

Por otro lado, frecuentemente paso por el bar donde mi abuelo solía pasar sus tardes, y cuando veo mujeres de unos setenta años en una cafetería se me viene a la cabeza mi abuela tomando un café con su cuñada, como siempre, hablando de la vida. Los abuelos es lo más cercano que tenemos a unos segundos padres, por tanto, si tienes la suerte de aún tenerlos con vida, aprovecha cada instante con ellos, pues en breves se irán.