Cuando todo el mundo estå harto

Hace dos años el país se decantó por llevar a cabo una gran cagada. Bueno, mejor dicho, el país decidió darle voz a un pueblo, cosa que se llama democracia. La cagada fue de la población, que se toma los referéndums y las elecciones como si de jugar al parchís se tratase, sin pensar en las consecuencias que ese voto puede conllevar.

En esta ocasión no estoy hablando de España, aunque bueno, nuestra España no se queda corta haciendo chorradas, de hecho en cuatro años, ¿cúantas elecciones se han convocado? En fin. Hoy hablo del país en el que actualmente vivo y que está todos los días siendo protagonista de cabeceras y titulares en telediarios y en la prensa en general. Reino Unido.

La palabra odiada…Brexit. Hace dos años cuando salieron esos horrendos resultados de aquel referéndum, la capital inglesa se cabreaba y se entristecía, se llevaba las manos a la cabeza. ¿Qué ha pasado? Y lo peor de todo es que muchos de los que votaron abandonar la Unión Europa se levantaron esa mañana de viernes diciendo, ¿qué hemos hecho?

Bueno, el mal esta hecho, por desgracia, pero creo que el Gobierno aún puede hacer las cosas medio decentes y salir de Europa con un acuerdo suave para que nada ni nadie se vea afectado. Esto dicho así parece fácil pero… la cosa es que estos politicos son lamentables. Hace casi una semana que se suponía que el Reino Unido iba a salir de Europa. Estamos en Abril y teniendo en cuenta que todo es rechazado en el Parlamento y que no hay forma de que se decida nada, obviamente esto va para largo. ¿Se retrasará el Brexit un mes?, ¿dos?, ¿un año?, ¿se quedarán finalmente en Europa?

La nación está harta. Europa está harta. ¿Te decides o qué?, ¿vas hacia adelante o recapacitas? Yo entiendo que hacer un segundo referéndum sería un poco antidemocrático, y que no puedes hacer mil referéndums hasta conseguir el resultado que quieres,  pero por algo hay que apostar.

En fin, sea lo que sea tienen que decidir algo, y rápido. Un año más con esta incertidumbre es mortal para cualquiera, y para las empresas ni te cuento. ¡Basta ya!