En América y en España la revolución contra el acoso sexual está más incipiente que nunca. Pasan los meses y cada vez más mujeres deciden unirse a la campaña del Me Too contra los presuntos abusos sexuales que presuntamente Harvey Weinstein y otros actores o productores presuntamente (esta palabra es muy importante) llevaron a cabo hace años hacia numerosas actrices. En España saltaron las alarmas hace más de un año con la supuesta violación grupal en Sanfermines, que no ha sido castigada como la población deseaba. Y desde entonces, la sociedad española y sobre todo la pamplonesa, está bastante concienciada con respecto a este gran problema que sacude nuestra sociedad desde hace siglos.
Sin embargo, en una ciudad como Londres, tan progresista, tan avanzada socialmente hablando, es sorprendente que nos sigamos encontrado cada día con numerosos casos de acoso sexual que nunca llegan a ser ni denunciados ni tratados ni resueltos. Bien es verdad que dentro del ámbito laboral cualquier tipo de discriminación está muy castigada y perseguida, pero en cambio en la vida cotidiana las mujeres nos enfrentamos constántemente a situaciones que deberían a estas alturas ser inexistentes.
Quizás sea un problema de educación y cultura, pues Londres es una ciudad multicultural, pero es algo que no logro entender. Sea cuál sea tu país de procedencia o tu educación, creo que hay varias conceptos básicos que deberían entrar en el sentido común de todo hombre: No es no.
Yo no sé cómo se comportarán las mujeres en los países latinoamericanos y en los países árabes en su ámbito más local pero, en mi pueblo, si una fémina te ignora es porque no le interesas. Y no estamos hablando del típico "no voy a contestar ahora al mensaje par hacerme la fría", no. En la calle, en la convivencia diaria y en el trabajo, si una mujer te dije que tus bromas fuera de tono molestan, o que no la sigas, significa que le dejes en paz. Creo que el mensaje es bastante clarito. Ahora, que los machitos de turno no puedan aceptar que alguien les rechace es otra cosa. Puede que una torta les ayude a espabilar un poco.
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